En el verano del año anterior a la muerte de Narciso, España había sufrido un terrible y vergonzoso desastre militar en el norte de Africa, "El desastre de Annual". De estos hechos cualquiera puede encontrar numerosos estudios con solo pulsar la palabra maldita -- "ANNUAL" -- en cualquier buscador de Internet.
La caída de la posición de Annual y más tarde la de Monte Arruit junto con otra veintena de posiciones menores trae a la memoria la entrega del Regimiento de Caballería Alcántara 14 que, con unas pérdidas al límite de la aniquilación, pudo contener momentáneamente los ataques de los rifeños favoreciendo la retirada de parte de las tropas españolas.
En ese heroíco Regimiento de Alcántara 14 encontramos en esas terribles fechas a nuestro protagonista: el Teniente de Caballería Don Narciso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert, hijo del Conde de Torre Arias y Marqués de la Torre de Esteban Hambrán, Grande de España, hermano del Marqués de Santa Marta, hermano de la Condesa de Quintanilla, cuñado del Conde de la Dehesa de Velayos, el hijo primogénito del todopoderoso Conde de Romanones.


II.- NARCISO, ¿HÉROE O COBARDE?
Los muertos del Regimiento de Cazadores de Alcántara 14 ascendieron en Annual a 22 jefes y oficiales (entre ellos el Jefe de la Unidad, el Teniente Coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja) y 504 entre suboficiales, clases y tropa, en total 526 hombres de un total de 803 con los que contaba el regimiento en aquellas fechas.
Narciso no figuró en la lista de bajas mortales, tampoco fue herido. ¿Afortunada "baraka" o alguna otra razón?

El Teniente coronel Manuel Ros declaraba en Melilla el 2 de octubre de 1921:

«No ha faltado quien ponga en duda el comportamiento de los jefes, oficiales y tropa en la trágica retirada de Annual. Puede y no se puede negar que en aquel día alguien faltara a su deber; que algunos se llenaron de pánico perdiendo la serenidad, puesto que hubo hasta quien perdió el habla y otros se volvieron locos, pero el conjunto fue de una sublime grandeza y aisladamente se cuentan actos de extraordinario valor, proezas sin cuento y pujanzas sin límites rayanas en el más grande heroísmo. Epopeya sangrienta que no se borrará jamás de la mente de los que quedaron vivos.»
Al teniente Pérez de Guzmán el Bueno se le abrió -como a algún otro oficial- un "Expediente Reservado" en el Tribunal Supremo Militar para juzgar si su actuación en aquella terrible batalla había estado de acuerdo con el honor militar y "el valor" que a cualquier militar profesional "se le supone". Fruto de dicho expediente fue...

Pero antes de seguir con esta historia tracemos una pequeña semblanza de nuestro protagonista


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Narciso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert nació el 18 de enero de 1892 como segundo hijo del matrimonio del VI Conde de Torre Arias y Marqués de Santa Marta, Idelfonso Pérez de Guzmán el Bueno y Gordón y María de los Dolores de Salabert y Arteaga, VIII Marquesa de la Torre de Esteban Hembran; le había precedido, como primogénito, su hermano Alfonso, nacido en 1890.
¿Cómo fue la infancia y la adolescencia de Narciso?
Es muy fácil imaginársela: Amas de cría de "pura raza", niñeras que facilitan el aprendizaje del francés desde un primer momento, los mejores colegios o preceptores para el aprendizaje en la propia casa, largos veraneos en Biarritz y San Sebastián, estancias en alguna de las casonas de las extensas fincas extremeñasde de la familia, acompañar al padre con motivo de algún Gran Premio en el Hipódromo de la Zarzuela, etc........
Quizás la fotografía que antecede a estas líneas -en donde podemos ver a Narciso niño- sea el mejor resumen de todo ello. A la edad de 10 años Narciso toma parte ya regularmente en la antigua tradición de la alta sociedad cortesana de participar en los "cuadros vivos" con los que pequeños y mayores celebraban fiestas que daban la oportunidad de conocerse, de ir tejiendo infantiles amistades… Falcó, Sartorius, Álvarez de Toledo.. ¿les suenan?, que más tarde fructificarían en provechosas relaciones, e incluso quizás en algún conveniente enlace matrimonial.
En el invierno de 1907 Narciso participa junto a sus padres y un grupo de selectos aristócratas y miembros de la alta sociedad en una montería en la finca "Campo Alto", en la serranía cordobesa, cerca de la población de Vacar, finca propiedad de los señores condes, sus padres.
Narciso desarrolló un magnifico papel hasta el extremo de que la extensa noticia acerca de la cacería incluía explicitamente el siguiente párrafo:
"Verificado el primer ojeo, tocó el ser novio al joven Narciso Pérez de Guzmán, hijo de los señores condes, que mató un jabato que le entró en su paso, con ia serenidad y maestría del más experimentado cazador". Podemos considerar este acto como la "puesta de largo" en sociedad del joven Narciso.
A partir de ahora serán frecuentes las notas y sueltos de prensa comentando las distintas actividades de nuestro protagonista.
Narciso, aunque de lúcida inteligencia, no es particularmente amante de los estudios y como buen "segundón" de casa aristocrática se decide por la carrera de las armas. A este efecto y tras la conveniente preparación se presenta en el año 1911 al ingreso en la Academia Militar de Caballería de Valladolid, superando las correspondientes pruebas e ingresando en la misma.
Previamente, en 1908, había hecho lo propio en la Academia Militar de Artillería de Segovia, sin llegar a superar todas las pruebas de ingreso, más exigentes pues los oficiales de Artillería en aquella época salían también habilitados con el título académico de Ingeniería Industrial.
Además y desde siempre la nobleza española prefirió el Arma de Caballería para desarrollar su carrera militar. Será sin duda por el viejo aforismo militar que dice "Es facil distinguir a un Coronel de Caballería de su caballo si atendemos a la mirada noble y franca del animal".
Tenemos pues a Narciso, en el otoño de 1911, como Caballero Cadete en la Academia Militar de Caballería, situada en Valladolid desde su fundación en 1850. Se da hoy la curiosa circunstancia de que a la entrada de este centro militar luce una espléndida escultura de Mariano Benllure, "Monumento a los Cazadores de Alcántara" en honor al Regimiento de Alcántara 14, unidad protagonista de lo que aquí estamos narrando.
No es un alumno particularmente aplicado ni que destaque por su gran espíritu militar. Así en enero de 1912, a pesar de su reconocido vigor y buena salud, solicita y le es concedido un mes de licencia por enfermo; también en 1913 S.M. el Rey le concede permiso para pasar sus vacaciones de fin de curso en Inglaterra y Francia.
A finales de junio de 1914 termina sus estudios en la Academia de Caballería y es promovido a segundo teniente. Ocupa un discreto puesto número 20 en una promoción de 43 alumnos. Tuvo como compañeros de promoción, entre otros, a José de Suelves y Goyeneche, hijo de los marqueses de Tamarit, a José Cabanillas Prosper, que fue un jinete de concursos hípicos muy reputado en su época y a Carlos Pérez-Seoane y Cullén que sería tercer Duque de Pinohermoso y famoso rejoneador en la década de los 50 del pasado siglo.
En sus primeros años como oficial, Narciso ocupa diversos destinos, nunca en unidades de "elite" más bien en aquellas con cómodo servicio y cercanas a las posesiones campestres de la familia, como el que le lleva, en 1916, al regimiento de Lanceros, en Badajoz, tras ser promovido con el resto de su promoción al empleo de primer teniente.
La historia militar de Narciso sigue por derroteros que, mínimamente examinados, denotan su permanente actitud de huir de una vida militar real y plenamente activa buscando "escaqueos" que le permitan residir en Madrid la mayor parte del tiempo participando en lo que realmente le complace: la vida social de la Corte.
Así sucesivamente es destinado "en prácticas durante un año agrícola y ganadero" a la Yeguada Militar, pasa a la situación de "supernumerario sin sueldo" en la 1ª Región Militar o se le asignan extraños y rebuscados destinos como el que le lleva en junio de 1919 a apartarse nuevamente del servicio activo y pasar a la difusa situación de "Disponible, delegado de abastecimientos de la provincia de Ciudad Real"…. ¿Alguien da más?
Mientras tanto las noticias sobre su vida social, deportiva y galante son una cascada, mejor una catarata, para cualquiera que se moleste en bucear, mínimamente, en la hemerotecas de aquellos años en las secciones de nobleza, "sports", fiestas de sociedad o de un largo suma y sigue.

Así podemos encontrar algunas referencias a las principales actividades de Narciso durante aquellos años: baile de gala en Bilbao en el palacio de Villa Amena de los condes de Heredia-Spinola; la Sociedad del Tiro de Pichón de Madrid le nombra directivo de su nueva Junta Rectora; partidos de golf en "La Nivelle" en San Juan de Luz; diversas cacerias en la magnífica finca que su tío, el Marques de la Torrecilla, Jefe Superior de Palacio, posee en Toledo; bailes, tés y comidas en el Hotel Ritz, a donde Narciso suele acudir como "interesado escudero" de los Duques de Durcal; concursos hípico "rally-paper" en el real Sitio de El Pardo (en el que hay que encontrar "papeltos" escondidos en el campo en donde nos indican los siguientes pasos a seguir); bailes en la Embajada de Estados Unidos...

También nos enteramos de que juega en el Real Club de Golf Puerta de Hierro el primer premio de caballeros, patrocinado por S.M. El Rey que se desarrolló en "match play handicap, con final á 36 holes", o de su participación en la carrera de "eskis", en la sierra madrileña, organizada por las Sociedad Deportiva Club AIpino Español, disputándose la copa "Mestre Blatge", o en la cacería en el Coto de Doñana en donde en unión de un grupo de lo más granado de la nobleza española acompaña a S.M. El Rey Don Alfonso XIII en la práctica de este bello deporte, etcétera, etcétera….
Narciso era un joven de muy buena presencia, culto, buen conversador, dominaba a la perfección los idiomas francés e inglés, de gran fortuna, significado deportista, y su éxito entre las jóvenes aristócratas, y no aristócratas, era más que conocido en la época.
En los párrafos anteriores hemos hecho referencia su extrema amistad con los Duques de Durcal, personajes imprescindibles en la corte de Alfonso XIII. ¿Quiénes eran ellos?
Él, Fernando Sebastián de Borbón y Madán, de edad sólo unos meses mayor que Narciso, nieto del Infante Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza y por tanto descendiente directo del Rey Carlos III.
Ella, María Leticia Bosch-Labrús y Blat, de muy similar edad, bellísima y de extrema y natural elegancia, hermana del vizconde de Bosch-Labrús, de una acaudalada familia catalana, propietaria de los Almacenes "El Águila", uno de los más emblemáticos de Barcelona en los últimos decenios del siglo XIX y primeros del XX.
Durante aquellos años en la corte madrileña se especuló que Narciso y la Duquesa mantenían una más que tórrida relación amorosa, una "liaison dangereuse" como se diría en la época, sin que ello rompiera su relación de amistad con el Duque, personaje este de muy peculiar trayectoria vital que terminaría de forma extraña y poco convencional. Su vida y "hazañas" mererecerían a buen seguro una amplia referencia escrita.
Señalamos este extremo, correspondiente sin duda a "la vida galante", pues pudo tener relación con las habladurías que circularon por la Corte con motivo del desastre de Annual, tema del que dentro de poco daremos más detalles.

Pero la tormenta y la tragedia se avecinan.

El 13 de enero de 1921 Narciso ha asistido a una cacería a la que la marquesa de Manzaneda ha invitado a Alfonso XIII, en la finca El Rincón, cercana a Madrid; el tiempo fue espléndido y se cobraron más de 600 perdices.
Pero la la Guerra de África está en sus peores momentos y con fecha 24 de enero se ordena una leva general sobre los oficiales que ocupaban destinos fuera de las unidades, como era el caso de Narciso.
En una orden en la que expresamente se especifica "deben incorporarse con urgencia los destinados a África", el teniente Pérez de Guzmán el Bueno es destinado al Regimiento de Cazadores de Alcántara nº 14, desplegado en ese momento en Melilla.
Narciso no se da mucha prisa en incorporarse a su destino. Hasta el 5 de marzo no parte para Melilla, pero aún volverá una vez a la península, según noticia aparecida en "LA ÉPOCA" comentando un viaje suyo a Barcelona, acompañando a la Baronesa de las Torres, el jueves 28 de abril. No sabemos en qué fecha vuelve a Melilla, pero su suerte ya está echada.

Narciso no había sido nunca un auténtico militar, ¿tenia, incluso, real vocación para ello?, no había estado nunca en unidades "de verdad" , no conocía nada del sufrimiento que implicaba luchar en un territorio hostil, con mal armamento y peores mandos. Sólo era un buen jinete pero montar bien a caballo no basta para participar en una guerra, una guerra "de verdad".
El día del desastre de Annual - 22 de junio de 1921- al Regimiento de Caballería Calatrava 14 se le asigna la triste misión de proteger con cargas, muchas veces suicidas, la retirada, la desbandada mejor decir, de las tropas españolas que son cazadas como simples conejos por los expertos tiradores de Abd-El-Krim estratégicamente emplazados. El material, los carros, el ganado e incluso los soldados heridos son abandonados a su suerte y muchos oficiales -en un increíble olvido de su deber y de sus juramentos- solo buscan escapar y ponerse a salvo. Cualquiera puede leer en numerosas publicaciones los desgarradores detalles de aquella espantosa masacre.
¿Fue Narciso uno de esos oficiales que olvidando su deber sólo pensó en ponerse a salvo?. El hecho constatado es que una vez en Melilla fue llamado a Madrid y, como ya hemos dicho al inicio de estas páginas, se le separó del servicio y se le incoó un "Expediente Reservado".
Sea como fuere, el expediente se resolvió sin que se encontrase mancha en la conducta de Narciso y pasado el verano de 1921 nuestro protagonista se reincorpora a su destino en el Alcántara 14 al tiempo que el ejército español había comenzado una labor de reconquista de los territorio perdidos en las operaciones ya comentadas.
A principios de enero de 1922 se recuperó la línea de Dar Drius. En uno de los combates de estas acciones militares, concretamente el día 9, en una carga de caballería en Azugaj, tienen lugar los hechos en que Narciso es herido de muerte.
Realmente la herida que sufrió Narciso, por arma de fuego disparada a poca distancia, en el vientre, no era mortal en sí misma y posiblemente si la Sanidad Militar que acompañaba al ejército de Marruecos hubiera tenido un mínimo de la calidad y los medios exigibles en cualquier Ejército del siglo XX, que mereciera dicho nombre, la peritonitis que causó la muerte de Narciso hubiera podido ser superada.
Para ello hubo casi 24 horas de plazo, las trascurridas entre la acción militar, en la mañana del día 9, y la muerte de Narciso, sobrevenida el día 10 a las tres de la tarde, como claramente especifica la esquela de Narciso publicada en el ABC del día 13 de enero.
En las imágenes que componen el tríptico bajo estas líneas podemos ver:

Izquierda: (Blanco y Negro 22/01/1922) el coronel Riquelme (que sería un importante jefe del ejército republicano durante la guerra civil española y murió en el exilio, en Paris en 1972) dictando un telegrama a sus superiores -inmediatamente a la ocupación de la posición de Dar Azugaj- comunicando el éxito de la operación.
Centro: esquela de Narciso Pérez de Guzmán el Bueno.
Derecha: momento en que el féretro conteniendo los restos de Narciso es introducido en vapor-correo "Vicente Puchol", en el puerto de Melilla, para iniciar su traslado a Madrid.

Toda la prensa se hace inmediato y significado eco de la muerte del teniente Pérez de Guzmán el Bueno. Así sabemos de la llegada del féretro a Málaga, en el "Vicente Puchol", procedente de Melilla, de su paso por Córdoba en un vagón especial habilitado como capilla ardiente y de su llegada a Madrid, en el expreso de Andalucía para su inmediato traslado, a las 11 de la mañana, desde la Estación de las Delicias al panteón familiar, situado en el Cementerio de la Sacramental de San Isidro.
También sabemos que el día anterior al entierro, el jueves día 12 de enero, la Reina Victoria Eugenia acudió personalmente al domicilio de los Condes de Torre Arias para mostrarles su pésame y el del Rey Alfonso XIII.

El 14 de diciembre de 1923 mediante juicio de votación es aprobada la propuesta de ascenso del teniente Pérez de Guzmán el Bueno, por méritos de guerra y a titulo póstumo, al empleo de Capitán de Caballería, propuesta que se había formulado mediante juicio contradictorio iniciado pocas semanas después de la muerte de Narciso.
Este hecho intentó dar fin a las especulaciones que en la sociedad madrileña habían circulado con el "leitmotiv" que nos ha proporcionado el título para este breve trabajo.

¿Fue Narciso un heroe... o.. fue un cobarde?

Curiosamente, al día siguiente de la concesión del ascenso honorífico, el sábado 15 de diciembre, y como si ya hubiera estado previamente preparado para la ocasión, el ABC publicaba un largo artículo del acreditado cronista de sociedad Gregorio Corrochano de cuya atenta lectura podemos nosotros mismos sacar nuestars propias conclusiones.
Por su indudable interés lo reproducimos aquí integramente.


La historia militar de Narciso se cierra con la concesión a su madre, doña María de los Dolores Salabert y Arteaga, condesa de Torre Arias, por Real Orden de fecha 2 de septiembre de 1927, de la Medalla de Sufrimientos por la Patria, en atención a los sufrimientos originados por la muerte del capitán D. Narciso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert "muerto el 10 de enero de 1922 a consecuencia de las heridas recibidas en acción de guerra, perteneciendo como teniente al regimiento de Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería.... ".
La orden va firmada por Juan O´Donnell y Vargas, Duque de Tetuán.

¿Fue un heroe?... ¿Fue un cobarde?



"Cuando la luz es muy brillante, siempre hay profundas sombras"